sábado, enero 3

Carta abierta a la Presidenta Bachelet por renuncia de Ministra de Salud, Helia Molina

Estupefactas ante el drástico y veloz acto disciplinario mediante el cual ha alejado a la Dra. Helia Molina de su cargo de Ministra de Salud, estimamos necesario reiterar la situación de quienes abortan en Chile, en el ánimo de resistir la hipocresía de las elites en lo referido a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
Como ocurre en los escasos países que prohíben absolutamente el aborto, en Chile no es posible contar con datos oficiales basados en evidencia que permitan saber exactamente cuántos abortos se efectúan cada año, cómo se distribuyen según estrato social, edad y religión, cuáles son las prácticas más utilizadas, qué motivaciones predominan, en cuáles lugares se realizan según la clase social. En general, se dispone de estimaciones e investigaciones cualitativas que entregan un panorama ajustado, basado en fórmulas consensuadas internacionalmente. Es la información opinable.
La falta de cifras oficiales es consecuencia de la clandestinidad en que deben realizarse los abortos: la protección de las mujeres y del personal de salud solidario y compasivo que las acoge, obliga a que los casos se encubran para evitar la represión. La clandestinidad afecta a las mujeres de todos los estratos y es expresión de la desigualdad de género.
En la calidad de la atención y en la solidez del encubrimiento aparecen otras desigualdades. Las mujeres más desprotegidas no siempre pueden recurrir al método más moderno y seguro, el aborto médico, que se encuentra respaldado por la Organización Mundial de la Salud. Cuando tienen acceso al medicamento, la mayoría de ellas carece de acompañamiento profesional, y el temor a las complicaciones lleva a que muchas acudan a los hospitales públicos, arriesgándose a malos tratos y denuncias a la policía. En cambio, las mujeres con recursos acceden con facilidad al misoprostol, disponen de médic@s de confianza que dan seguimiento al proceso abortivo y que, si es necesario, garantizan una atención encubierta en clínicas privadas - ello no debiera considerarse estigma -, o recomiendan vías para realizar el aborto en países vecinos.
Es verdad que cuando se dispone de recursos es posible irrespetar las leyes y abortar en forma segura y casi sin riesgos jurídico penales. Pero insistimos, desde el punto de vista de los derechos humanos y la justicia de género, tanto las mujeres adineradas como las que son pobres, no gozan de igualdad de derechos y libertades en lo que atañe a su sexualidad y reproducción.
En los países con leyes democratizadoras, las estadísticas evidencian que las mujeres pobres y las mujeres ricas abortan y que los motivos predominantes no corresponden a las causales que incluirá el proyecto gubernamental, hasta ahora postergado.
La ex Ministra transparentó la realidad y aportó a la ética política, desechando el cálculo. Pero percibimos que la verdad se castiga cuando los poderes hegemónicos prefieren ocultarla, y que una vez más, las exigencias hacia las autoridades mujeres son mayores que las dirigidas a sus símiles hombres; ejemplo de ello es la disparidad de tolerancia y perdón en los casos del embajador Contreras y la Ministra Molina. Percibimos también que los conservadores antiderechos manipularon los dichos de Molina para asegurar un clima de escándalo y la reacción disciplinaria de La Moneda.
La ética médica y el pleno ejercicio de derechos sexuales y reproductivos y libertad de decidir serán realidad cuando exista una legislación que permita el aborto en toda circunstancia. Usted lo sabe señora Presidenta.

Articulación Feminista por la Libertad de Decidir, AFLD



martes, septiembre 30

QUE SE ABRA EL DEBATE. ¡ABORTO LEGAL, SEGURO Y GRATUITO!

FIRMA LA PETICION URGENTE PARA EL ESTADO DE CHILE, PARA QUE SE ABRA EL DEBATE SOBRE ABORTO LEGAL, SEGURO Y GRATUITO, COMO UNA LIBERTAD FUNDAMENTAL DE LAS MUJERES, MAS ALLA DE LA PROPUESTA CASUISTICA EXCEPCIONAL DEL GOBIERNO QUE ABORDA TRES CAUSALES. 

La Articulación Feminista por la Libertad de Decidir, AFLD, impulsa esta petición que se sustenta en el reconocimiento de las mujeres como sujetas plenas de derechos, con capacidad para decidir sobre sus vidas, sin ser objeto de imposiciones ni violencias de ningún tipo. 


DECLARACION PUBLICA DEL 28 DE SEPTIEMBRE, DIA POR LA DESPENALIZACIÓN DEL ABORTO EN AMERICA LATINA Y EL CARIBE


Con motivo del 28 de Septiembre, Día por la Despenalización del Aborto en América Latina y el Caribe, fecha acordada en el V Encuentro Internacional Feminista realizado en Argentina en 1990, la Articulación Feminista por la Libertad de Decidir, AFLD, declara una vez más su compromiso con el derecho que tienen todas las personas, por su sola condición humana, a ejercer su sexualidad plena y libremente, sin discriminación, violencia o coerción, y a decidir en forma autónoma su reproducción. 

Reconocer, sin excepción, los derechos sexuales y reproductivos de todas las mujeres, como derechos humanos que validan los principios de libertad, autonomía y dignidad inherentes a toda persona, es una tarea pendiente del Estado de Chile. Legislar sobre aborto libre, seguro y gratuito garantizará el derecho de las mujeres a la autodeterminación sexual y reproductiva, y también a su ciudadanía plena.

Dejamos de manifiesto habiendo transcurrido 20 años desde la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo efectuada en El Cairo en 1994, el aborto realizado en condiciones de riesgo fue declarado como grave problema de salud pública. A pesar de esto y de las recomendaciones a los Estados en la Conferencia Mundial de la Mujer efectuada en Beijing en 1995, el Estado chileno ha omitido cualquier acción concreta en este sentido. Ha ignorado también recomendaciones que el Comité de la CEDAW y el Comité de Derechos Humanos de la ONU han planteado y que durante el año en curso subrayan la urgencia de cambios en la penalización absoluta del aborto, enfatizando el efecto negativo de tales restricciones legales y su impacto sobre el derecho a la vida y salud de las mujeres y niñas chilenas.

Aún más, siendo Chile uno de los Estados parte tanto de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer de Belem do Pará, también realizada hace 20 años, como del Consenso de Montevideo, firmado en el marco de la primera Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo de América Latina y el Caribe, efectuada el año 2013, el Estado chileno persiste en su legislación punitiva.

Las leyes punitivas no suprimen la práctica del aborto. Quienes enfrentan embarazos no deseados o inoportunos, abortarán más allá de la prohibición; la penalización del aborto en cualquier circunstancia solo castiga principalmente a las mujeres pobres y a las más jóvenes. Son ellas quienes a menudo son denunciadas en los hospitales a donde acuden con abortos incompletos, con el riesgo de ser encarceladas e incluso morir por abortos clandestinos. Aquellas que tienen recursos acceden a procedimientos seguros. 

¿Hasta cuándo se impone sobre las mujeres esta inaceptable dictadura moral, que transgrede los principios del Estado laico chileno? 

La Articulación Feminista por la Libertad de Decidir pone en tela de juicio la democracia que obliga a las mujeres a someterse a las decisiones de otros, sean políticos, jerarcas eclesiásticos, jueces, o profesionales de la salud, y reitera que la legalización del aborto constituye una tarea pendiente del Estado chileno. A contravía de los avances que ocurren en otras regiones y países, éste continúa imponiendo control patriarcal sobre el cuerpo, la reproducción y la sexualidad de las mujeres, manteniendo leyes castigadoras e invisibilizando el hecho indesmentible que en el país cerca de 120 mil mujeres abortan clandestinamente cada año. 

Sólo el 3% de ellas tendrá respuesta en el programa de la Nueva Mayoría. Esta es una realidad que debe ser urgentemente confrontada. Exigimos que se garantice apertura de un debate que incluya a las distintas organizaciones de mujeres, feministas y del conjunto de la sociedad, en la perspectiva de garantizar el derecho a decidir de las mujeres sobre su cuerpos, sexualidad y reproducción y de sumarse a la mayoría de las democracias que en el mundo reafirman su carácter tal con leyes que permiten el aborto legal, libre, seguro y gratuito. 

¡Libertad de decidir!
¡Aborto legal, seguro y gratuito!

Santiago, 28 de septiembre, 2014